lunes, 27 de julio de 2009

Aura (paranormal)

aura1 s f I (Liter) Viento suave II 1 Luminosidad que, según ciertas creencias como el espiritualismo, emana del cuerpo de las personas, similar al halo que rodea la cabeza de los santos en las representaciones de arte religioso 2 Atmósfera o ambiente que emana de algo o alguien y provoca una determinada impresión o sensación: «Aquella casa tenía un aura de misterio» 3 (Med) Sensación o conjunto de sensaciones físicas características, que preceden al ataque de una enfermedad, particularmente a un ataque epiléptico: aura epiléptica.


Todos generamos un campo electromagnético a nuestro alrededor que esta influenciado por el estado físico, mental y emocional.
El Aura

El aura, del griego aire o brisa, es el campo electromagnético que envuelve a todos los seres vivos, y que se ve influenciada directamente por el estado físico, mental y emocional de cada individuo. En ella, se refleja la personalidad y las situaciones que experimentan las personas. Aquellos que la han visto la describen como un halo de luz que emana del cuerpo, de colores y sin límites definidos.

En 1939, los soviéticos Semyon y Valentina Kirlian descubrieron por accidente el campo magnético del cuerpo humano cuando trabajaban en su laboratorio. Reparando un equipo médico, se dieron cuenta de que una descarga eléctrica entre un electrodo y partículas de piel humana producía cambios en el color. Así, lo que hicieron fue fotografiar dicha descarga colocando directamente la placa sobre la piel. De esta manera, surgió la herramienta científica para captar el aura: la cámara Kirlian.

Sin embargo, si no se cuenta con este aparato existen otros métodos. Los especialistas afirman que no se necesita ser vidente para observar el aura, sólo hace falta un poco de práctica y concentración.

Trucos para ver el aura

Lo primero que se debe hacer es tener mucha paciencia, pues en ocasiones son necesarios meses de ejercicios para lograr ver el aura. Los principiantes suelen ver al inicio colores como el amarillo y el blanco, poco a poco serán capaces de distinguir tonos más brillantes.

Para iniciarse en esta actividad, los especialistas recomiendan intentar ver el aura de las manos, pues en ellas se concentra mucha energía.

Un ejercicio sencillo consiste en sentarse en un lugar de luces suaves, totalmente relajado, y con una hoja de papel. La idea es poner la mano con los dedos separados sobre ésta y mirar fijamente la punta de los dedos y los bordes de la mano. Si se está bastante relajado, se logrará observar una especie de niebla transparente y de poco grosor alrededor. La práctica continua de esta actividad permite a la larga observar el aura; pero es importante destacar que sólo debe hacerse de 5 a 10 minutos al día durante el período de aprendizaje, pues los ojos tienden a cansarse.

Por otra parte, si se desea aprender a observar el aura de los demás es recomendable hacerlo en un lugar cerrado con luz ambiental. Lo mejor sería que la habitación contara con unas paredes blancas o de un color uniforme. Las personas pueden situarse una frente a la otra, con una separación de 2 ó 4 metros, en un cómodo sofá o silla. Luego, deben relajarse y centrar la mirada en el entrecejo del otro, intentando a la vez observar el resto de su cuerpo. Si se hace complicado, se puede empezar por ver su mano. Cualquier resplandor o halo que se observe forma parte del aura.

Otros sitios apropiados para realizar este ejercicio son cafeterías, bares, restaurantes, salones de conferencia y salas concierto, entre otros; pues la luz de los bombillos alógenos permite ver con más claridad el aura, que la luz natural de los espacios abiertos.

En los colores la vida

Los colores y la intensidad de los destellos del aura tienen un significado especial, y pueden revelar cualidades y defectos, situaciones de tensión y enfermedades antes de que se presenten los síntomas.

Los tonos del aura no son como los colores ordinarios, suelen ser traslúcidos, más variados y de mayor cantidad de matices. Las personas generalmente tienen uno o dos colores dominantes, que en la mayoría de los casos constituyen sus colores favoritos. Sin embargo, si la persona está pasando por un momento difícil o lleno de estrés su aura reflejará un tono distinto.

A medida que el individuo evoluciona y crece espiritualmente los colores de su aura cambian; los expertos afirman que entre más limpia y luminosa sea su aura mayor habrá sido su avance espiritual. Igualmente, señalan que la uniformidad de dicho campo energético refleja el equilibrio y estado de salud que posee.

Los principales colores que puede presentar el aura son:

Aura de color Azul: es propio de personas honradas, positivas, joviales, calmadas, sinceras, y con gran seguridad en sí mismas. Estos individuos suelen ser muy espirituales y generalmente cuentan con buena salud. No obstante, las auras de azules apagados pueden relacionarse con estados de depresión, melancolía o malhumor. Leer más

Aura de color Violeta: es la espiritualidad y el amor incondicional en su máxima expresión. Se trata de seres prácticos, que saben lo que desean lograr en su vida. Leer más

Aura de color Rosa: la tonalidad que tienen los amantes del arte, la belleza y de lo místico; las personas humanitarias y compasivas, que han alcanzado el equilibrio entre lo material y espiritual. Si se trata de un rosa oscuro, el individuo puede tender a ser inmaduro. Leer más

Aura de color Rojo: caracteriza a seres pasionales y afectuosos, con espíritu de liderazgo y ganas de vivir. Se relaciona con personas fuertes, de ego elevado, que desean alcanzar el éxito en el mundo material. Generalmente son nerviosos, impulsivos y egoístas. Leer más

Aura de color Amarillo: aquellos que tienen este tono predominante en su aura suelen ser creativos, optimistas, alegres, de gran sentido del humor y rapidez mental. Leer más

Aura de color Bronce: tienen un corazón muy puro y siempre van por la vida con las mejores intenciones. Su inocencia es casi una inocencia infantil y eso a veces les puede traer algún problema ante personas no tan puras como ellos. Leer más

Aura de color Naranja: emana de individuos considerados, creativos, cordiales, solidarios, llenos de energía y con muchas ganas de vivir. Si el naranja es apagado, es posible que el individuo sea avaro, materialista y egoísta. Leer más

Aura de color Verde: es el color de la simpatía, la calma, la confianza, el sosiego y la tranquilidad. Está directamente relacionado con dotes para la sanación y la creatividad. Sin embargo, el verde oscuro es sinónimo de celos e inseguridad. Leer más

Aura de color Blanco: estas personas suelen amar la verdad, la paz, la armonía y la espiritualidad. Generalmente, son idealistas. Leer más

Aura de color Índigo: es una persona cariñosa y muy comprensiva, son personas muy intuitivas y aunque también muy lógicas. Como contrapartida el individuo con color índigo puede llegar a convertirse en el perfecto manipulador. Leer más

Aura de color Dorado: el individuo con color dorado siempre aspira a las metas más elevadas. Es incapaz de ir por la vida sin un objetivo que muchos considerarían imposible. Como contrapartida el individuo con color dorado puede llegar a exigirse mucho así mismo. Leer más

Aura de color Plateado: tiene el don de la creatividad y su poder mental es muy fuerte, pero le falta saber canalizarlo correctamente, es el más idealista de todos. No es una persona muy activa y eso le puede traer problemas incluso de salud. Leer más

• Colores oscuros: negro, gris y marrón son tonos que reflejan desequilibrios emocionales o dolencias físicas. Individuos con estas características suelen estar llenos de ansiedad y angustia, lo cual se traduce en comportamientos superficiales y agobiantes.

Foto Kirlian de un dedo
Para otros usos de este término, véase Aura.

En el ámbito de la parapsicología, el aura es un campo energético de radiación luminosa multicolor que rodea a las personas u objetos como un capullo o halo y que es generalmente invisible para la gran mayoría de los seres humanos.[1] Se sostiene que el aura es una representación o composición de las vibraciones del alma o chakras, y se le atribuye la condición de reflejar los estados de ánimo o pensamientos de la persona, de su verdadero estado interior. Como todos los fenómenos paranormales, la existencia del aura es altamente controvertida, sin embargo, en las últimas décadas se ha aceptado más dicho concepto en la comunidad científica.[2]

Contenido

Características

Se sostiene que las auras se pueden ver a simple vista, aunque algunos psíquicos como Edgar Cayce creen que esta habilidad se debilita con la edad.

El aura se considera dividida en siete estratos o capas relacionadas directamente con los siete chakras. Cada uno de esos estratos puede tener uno de los once colores del aura. Aquel color que se repita más, es considerado como el «color básico» de la persona, permanente a lo largo de la vida y capaz de mutar solo en circunstancias muy específicas. Cada color básico tiene asociadas cualidades positivas y negativas. Los demás colores presentes en el aura, se asocian con los estados interiores momentáneos de la persona, o una etapa determinada de la vida.

Como resultado de una migraña, epilepsia, un desorden del sistema óptico, o del cerebro, algunas personas pueden tener como efecto secundario visiones de auras. La fatiga del ojo también puede producir un efecto similar al aura (ver Aura (síntoma) y sinestesia).[cita requerida]

También existen personas que las perciben, y no se les ha detectado problemas neurológicos o psicológicos.

Críticas

Algunos defensores de las auras, suelen presentar como argumento a favor de la existencia de estas, las fotografías tomadas por una cámara que supuestamente las capta, llamada Cámara Kirlian.

Cabe destacar que la Cámara Kirlian utiliza una descarga eléctrica de elevado voltaje y baja potencia que se aplica sobre el objeto o persona que se vaya a fotografiar y sobre la placa fotográfica. Es decir, que la cámara Kirlian, produce el efecto corona,[3] que no es otra cosa que "el conjunto de fenómenos ligados a la aparición de conductividad de un gas (aire) en la proximidad de un conductor sometido a alta tensión".

Es decir, según la física, en ausencia de electricidad y/o aire (o elemento gaseoso) no se produciría ningún efecto corona o aura, por tanto, el efecto no sería inherente al ser humano, y no mostraría características de éste ni otras atribuciones que se han hecho desde diferentes sectores de lo paranormal, sucediendo lo mismo con otros organismos vivos y seres inertes. Simplemente sería una reacción del aire al someterse a altos voltajes y tener un conductor cerca (el objeto a fotografiar).

Para probar lo anterior, se sometió las Cámara Kirlian a un estudio, que consistía en tomar fotografías en el vacío. En ninguna de las fotografías apareció ningún aura.[4]

En contrapartida, se han hecho fotografías de plantas y animales seccionados y presentan aún el aura completa. En particular, una hoja de una planta, se cortó con un escalpelo y se le retiró cerca de un tercio. Luego fue trasladada hacia la placa fotográfica y tomada la fotografía, en ella se observaba claramente toda la hoja entera. Evidenciando que el campo energético fotografiado, tiene que ver más con la conciencia de la propia planta o su energía de vida y no tanto con las características físicas estructurales de la planta. Congruentemente, al transcurrir los minutos, fotografías sucesivas mostraban un desvanecimiento paulatino (gradual) del brillo de las siluetas y detalles de la zona que había sido seccionada. Fotos posteriores mostraban un reajuste de la energía (o conciencida de estructura) por parte de la hoja y llegaba entonces a ajustarse a la verdadera estructura física presente.

James Randi, realizó un experimento a un "vidente" de auras, el cual obtuvo una cantidad de éxitos atribuibles al azar[5]

Referencias

Fuentes

  • Alfred, Jay, “Our Invisible Bodies: Scientific Evidence for Subtle Bodies”, Trafford Publishing, 2006, ISBN 1-4120-6326-4.
  • Baltz, Jennifer and Carl Edwin Lindgren, Eds. (1997). Aura awareness: What your aura says about you. Nevada City, CA: Blue Dolphin Publishing. (ISBN 0-9652490-5-0)
  • Brennan, Barbara Ann, Hands of Light : A Guide to Healing Through the Human Energy Field, Bantam, 1988, ISBN 0-553-34539-7.
  • Brennan, Barbara Ann, Light Emerging : The Journey of Personal Healing, Bantam, 1993, ISBN 0-553-35456-6.
  • Cayce, Edgar, Auras, ARE Press, 2002, ISBN 0-87604-012-1.
  • Kilner, Walter J., The Human Aura, Citadel Press, 1965, ISBN 0-8065-0545-1.
  • Krippner, Stanley and Rubin, Daniel, The Kirlian Aura: Photographing the Galaxies of Life, Anchor Press/Doubleday, 1974, ISBN 0-385-06574-4.
  • Larson, Cynthia Sue, Aura Advantage, Adams Media, 2004, ISBN 1-58062-945-8.
  • Leadbeater, C.W., The Chakras, Theosophical Publishing House, 1987, ISBN 0-8356-0422-5.
  • Carl Edwin Lindgren, Ed. (1999). Capturing your aura: Integrationg science, technology, and science. Nevada City, CA: Blue Dolphin Publishing. (ISBN 0-9652490-6-9).
  • Carl Edwin Lindgren (1995). A review of Aura imaging photography by Johannes Fisslinger. Journal of Religion and Psychical Research, Volume 18, Number 1:49-50.
  • Carl Edwin Lindgren (1995 Jan.). Capturing your aura on film. Fate, 48(1), 32-35.
  • Moss, Thelma, The Body Electric: A Personal Journey into the Mysteries of Parapsychological Research, Bioenergy, and Kirlian Photography, Los Angeles, J.P. Tarcher, 1979, ISBN 0-87477-109-9.
  • Panchadasi, Swami, The Human Aura. Astral Colors and Thought Forms, Advanced Thought Publishing, Chicago, 1916. (PDF)

Véase también

Enlaces externos

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